jueves, 29 de mayo de 2008

Tribus urbanas: "stones". Entrevista a Adrián Herrera, guitarrista de Blues Motel

por Raúl Nicolás Fernández

Como en la facultad estamos haciendo un trabajo de investigación sobre el fenómeno de las tribus urbanas, me pareció una buena idea incluir en el blog la entrevista telefónica que le hice a Adrián Herrera, guitarrista de la banda Blues Motel, pionera en la escena stone de nuestro país.


Adrián, ¿Cuánto hace que tocan? ¿La escena de aquella época era como la de ahora? ¿Qué cosas cambiaron y cuáles no?
Desde fines del ´88, ponele. Ahí fue cuando empezamos “a jugar con tocar”. El primer disco es del ´94, donde arranca más en serio la banda. En cuanto a la escena y las tribus, no había tantas bandas como nosotros. Estaban los Ratones Paranóicos solamente, y no había toda la diversidad que hay ahora. Ya te digo, estaban los Ratones y al año que grabamos nosotros grabaron Viejas Locas y como que ahí empezó a darse el fenómeno este emparentado más con el rock stone.

Hay dos definiciones que circulan: una es “rollinga” y la otra es “stone”, ¿se usan indistintamente o hay alguna que moleste?
Me parece que la de rollinga es como más despectiva y viene desde afuera del entorno de la gente que sigue a las bandas. El que sigue a esas bandas no se define como rollinga. En su momento laburamos bastante con el manager de Attaque 77, Mundi Epifanio, y nos íbamos de gira con, por ejemplo, El otro yo. En ese otro entorno sí se hablaba de los rollingas. La gente que sigue a ese tipo de grupos lo ven como despectivo que los nombren así. No se dicen a sí mismos rollingas. Suena ofensivo para muchos.


¿Qué estilo de música hacen actualmente y cuáles son sus influencias musicales?
Para nosotros, en realidad, el género stone fue una influencia importante en su momento, no te voy a decir que no, sobre todo cuando empezamos, que estábamos jugando a imitar a las bandas que nos gustaban, nos siguen gustando Led Zeppellin, The Beatles o The Who. Y los Stones eran una de las bandas que nos gustaban y por ahí era la que saltaba más a simple vista, la que se identificaba más fácil en nuestro sonido. Incluso hacíamos covers antes de grabar los discos e hicimos giras por la costa en la que la mayoría de nuestro repertorio estaba basados en canciones de los Stones porque era una manera fácil de llegar a la gente que estaba ahí y que no nos conocía, y de hacernos escuchar. A medida que van saliendo los discos eso va cambiando. Vas componiendo tus temas y aparecen otras influencias y querés despegarte cada vez más de todo eso y llegar a tu estilo. Hoy por hoy se nos puede encontrar rastros de la influencia stone pero en igual porcentaje que las otras bandas que te decía.

Estuve leyendo una entrevista que les hizo Página/12 en el 2005 en la que ustedes declaran que no buscan explotar la fórmula rollinga. ¿Cuál sería esta fórmula?
Nosotros podríamos haber hecho discos más acorde a los gustos de la gente que sigue a bandas como Jóvenes Pordioseros o La 25 que a nivel convocatoria les va mejor que a nosotros. Podríamos haber hecho ese tipo de temas, algo más comercial, pero preferimos seguir haciendo lo que nos gusta a nosotros, esté o no el rock stone en el tema.

¿Cuáles son las características típicas de un rollinga o stone?
Hay una cultura del pibe stone que es rara porque no tiene nada que ver con los Rolling Stones. Ellos nunca se pusieron remeritas ni flequillitos. Al contrario, nosotros nos identificábamos mucho con esa manera de los Stones de vestir. Ya te digo, eran todas las bandas iguales por esa época, usar ropa hindú o pantalones Oxford o prendas coloridas. En cuanto a la imagen nos identificamos más con esa forma de vestir que con la remerita con la lengua. Es como que acá se agarró a los Stones del ´80 en adelante. Los que llegaron acá fueron esos Stones y no los de la primera época que fue la que más nos llamó la atención a nosotros.

¿Vos perteneciste a esta cultura desde el look, desde la forma de pensar?
¿De los stones? No, no, ni a palos. Por eso te digo, a nosotros por ahí nos gustaba hasta una cosa más hippie, de tener oxfords, de vestirnos de otra manera. Mismo en los shows, no salimos a tocar con el pañuelito al cuello, las Topper y los pantalones de jean deshilachados. Tratamos de buscarle otra vuelta.

¿Y cómo es el look de sus seguidores?
Hay un poco de todo, también stones, seguramente. Pero la verdad es que el público que viene a vernos es bastante variado.

¿Qué hábitos identifican a los miembros de esta tribu urbana?
Yo creo que hay toda una valoración de lo barrial, que creo que es lo que más los identifica y los une. La esquina, la cerveza, el barrio. Por ahí están más identificados con determinada zona del conurbano, el oeste. Pero todo eso se dio a partir de la aparición de bandas como Viejas Locas.

¿Con cuáles tribus se llevan bien y con cuáles rivalizan y por qué?
Lo que te puedo decir es de esa época en la que tocábamos con punks o bandas de otros géneros, había cánticos hacia los stones. Se supone que son tribus enfrentadas. Lo mismo los heavys contra los rollingas, pero no sé hasta dónde. Estos últimos años los festivales hicieron que, por ejemplo, vos veas en Cosquín, y en un mismo día, que toquen Almafuerte y Jóvenes Pordioseros. Antes no se hubiera pensado que pudiera aparecer el Piti tocando en un recital con los Babasónicos, que eran el rollinga extremo por un lado y los Babasónicos como los abanderados de lo nuevo, lo diferente y lo alternativo.

En ese sentido, ¿habría una mayor tolerancia con respecto a los otros géneros?
Sí, sí, seguro que sí.


¿Qué factores inciden en su elección de pertenecer a este grupo y no a otro?
Calculo que tendrá que ver con que arrancan al revés, arrancan con que es una cosa que les gusta y que a partir de ahí encuentran gente parecida o una tribu parecida que comparten gustos y se identifican y se unen. No creo que se levanten un día y digan “bueno hoy a ver a qué tribu me voy a unir”. Son gustos, se encontrarán con gente que le gusta cosas parecidas. De pendejo incluso te dejás influenciar por tus amigos. Calculo que pasará por ahí la cuestión.


Hay personas que usan la estética y el lenguaje de la tribu urbana pero olvidan la ideología que los define. ¿Existen casos de este tipo dentro de los rollingas? ¿a qué se debe?
Calculo que como en todo grupo habrá quien esté más comprometidos con “la causa”, por llamarla de alguna manera, y que serán fanáticos al extremo y los que no. Los que lo harán de una manera más relajada, más tranquila.


¿La tribu urbana stone tiene un pensamiento político definido, les interesa la política?
Por lo menos nosotros no hablamos demasiado con la gente de ese tipo de cosas. Así que la verdad es que no sabría decirte…

La tragedia de Cromañón marcó a nuestra sociedad, en especial a la tribu urbana de los stones. ¿En qué notas el antes y el después de este hecho?
La gente hizo un poco de causa común con el hecho de evitar las bengalas y ese tipo de cosas. Un poco también para no herir sentimientos en otros pibes. Nosotros tenemos gente que nos viene a ver y que perdió familiares o amigos en Cromañón.
Como banda lo sentimos en los pocos lugares que hay para tocar. Pero los problemas que podemos tener nosotros no son nada comparados con lo de la gente que perdió seres queridos ahí. Al no estar en una compañía grande y autogestionarnos se complicó en un montón de restricciones que hizo que haya muchos menos lugares para tocar. De última, si sirve para que haya lugares más seguros todo bien. Pero a veces se duda un poco de todo eso. Hoy por hoy es lo que hay. La cagada sería justamente esa, que después de lo que pasó no se haya arreglado nada y que pueda a volver a pasar en cualquier momento.

¿No son todos los lugares seguros todavía?
Habrá habido lugares seguros, para variar, en las primeras semanas en la que estaba todo cerrado. Después se abrieron lugares y, qué se yo, algunos que son conocidos ni estuvieron cerrados, sabiendo que no podían estar habilitados. Por otro lado te encontrás con lugares habilitados que tienen que ver con gente cercana al gobierno.

¿Cuáles son los referentes musicales de la tribu?
Y… los Rolling Stones y los Rolling Stones.

¿Y a nivel nacional?
Yo creo que Viejas Locas porque fue el que disparó todo ese tipo de partencia barrial que hay ahora, por esta imagen que dieron de que cualquiera podía tocar en una banda. Esa cosa de “los que estamos arriba somos igual que los que estamos abajo”, que fue una gran mentira y también hizo un poco que derivara en lo de Cromañón, en el sentido que por más que los de arriba los quisieran parar a los que prendían bengalas, los de abajo iban a decir “loco, la fiesta la hacemos nosotros”. Se trasladó el poder o el control del show no a la banda sino a la gente que estaba abajo. Se le dio casi la misma importancia y yo creo que a partir de eso se empieza a generar esta tribu más predominante. Esto no pasaba cuando estaban solamente los Ratones Paranóicos.

¿Qué factores creés que inciden desde lo social para este cambio en las actitudes del público?
Hay un montón de cosas desde la sociedad en general, no sólo los que siguen bandas de rock. Problemas de atención, de contención, de falta de familia, que llevan a esto. Ya te digo, en un momento se les dio como una igualdad al decir “la banda y la gente son lo mismo”. Incluso con una hipocresía enorme porque unos pagan para ver a la banda y la banda cobra para tocar. Nosotros nos mantuvimos alejados de eso porque no nos parecía lógico. Yo no te puedo decir “somos todos iguales” cuando vos estás pagando y yo estoy cobrando. Evidentemente no somos iguales. Pero hubo gente que se agarró de eso y que le sirvió, hubo gente del público que se sintió muy bien por sentirse igual y bueno, listo, cada uno con sus fans y con su onda.


¿Qué opinás de Piti Alvarez? ¿Estás de acuerdo con su estilo y con su exposición mediática?
Nosotros lo conocemos bastante de la época del primer disco porque nos cruzábamos en la costa. En parte el chabón es así y muchas cosas calculo que también… yo no sé si se come un plato lleno de sopa con hongos todos los días como lo hizo delante de la cámara con Tognetti, o si lo hace porque está la cámara de Tognetti. Hay cosas en las que está la estrategia y la parte comercial.

Piti Alvarez afirmó recientemente que jamás leyó un libro y que eso lo libera de estar influenciado por alguien. ¿Qué opinás al respecto? ¿La tribu urbana se siente reflejada con eso?
No sé, habrá algunos que sí, que seguirán al pie de la letra todos los dogmas y otros que no. Tampoco creo que no haya leído ningún libro ni que la gente haga todo lo que le dicen que haga.

¿Pero entonces cuál sería el negocio de mostrarse como un “reventado”?
Primero que el reviente en el rock más barrial vende, casi es como una condición que tenés que tener sí o sí para estar ahí en el palo ese y que te vaya bien. Y segundo que a la larga no generás prensa. Si tenés que hacer un show y salís en todos los medios nacionales porque dicen que te afanaste un remís en no sé dónde, tenés un show que no está vendido y de repente están todos los medios haciéndote prensa gratis. Osea, vos tenés un show y tenés que promocionarlo. O pagás los minutos de publicidad o los afiches y qué se yo, o generás movidas así que no te salen nada.

Para vos, ¿Cuál es el nivel de educación promedio de un stone de entre 20 y 25 años? ¿Pertenecen a una clase social en particular? ¿Por qué?
Hay de todo, aparte hay muchos pibes chicos que por ahí están estudiando. Eso escapa a la tribu. Hay toda una cuestión familiar y social. En una tribu stone te podés encontrar conviviendo a pibes de distintos estratos sociales. No me parece que esté todo tan sectorizado que haya que tener el mismo nivel de estudios o la misma situación económica. Lo que en realidad se supone que los une, que los emparenta, es la música, la banda que les gusta, y ahí no hay diferencias sociales ni de nivel económico o cultural. Se supone que lo que los está emparentando es la música.



¿Qué opinás de las nuevas tribus urbanas que están surgiendo, como los floggers o los emos?
Es la necesidad que tiene la gente a veces de juntarse y de sentirse igual con sus pares, o gente que comparte los mismos gustos. Pero así como hoy están ellos, toda la vida hubo tribus urbanas, nada más que en estos últimos años se les puso nombre. Ahora se les da sociológicamente más importancia pero yo creo que han estado todo el tiempo. Han estado los punks, los heavys, y ahora están surgiendo más porque están surgiendo actividades que antes no había

Describime un show de ustedes, ¿hay una especie de ritual en todo lo que lo rodea?
Sí, tienen rituales. Pero en nuestros shows la gente capaz no está tan centrada en la bandera y en los trapos sino más en la música. No somos una banda que nos venga a ver sólo un tipo de público. Las distintas tribus cuando están juntas actúan de otra manera.


¿Qué expectativas tenés para el recital del 7 de junio en Burzaco? ¿Presentan material nuevo?
En Burzaco tocamos hace dos años en un festival. Nosotros tocamos en Pilar, Capital, Zona Norte, Burzaco o La Plata. La verdad es que aprovechamos, valoramos y disfrutamos mucho el poder ir para aquellos lados, y movernos con distintos públicos. Así que está bueno.
Estamos tocando material de los últimos tres discos que hicimos en el 2006, empezando a componer y a ver lo que hay pero por ahora no hay material nuevo.

viernes, 23 de mayo de 2008

Tengo un blog, ergo, soy pelotudo.

por Raúl Nicolás Fernández


"Yo detesto el blog", "En la Argentina no hay un pelotudo que no tenga un blog. Y ponelo en negrita". Así, de forma lapidaria, el filósofo José Pablo Feinmann descalificó a millones de personas que utilizan este medio para subir a la red sus opiniones y compartirlas con otros usuarios. Millones de personas que, como yo, ensayamos una opinión independiente, fuera del alcance de los mass media. El video con sus declaraciones se puede ver en Youtube.
"La mayoría de los que escriben blogs, un buen jefe de redacción les daría una patada en el culo y los echaría por la pésima prosa que tienen". Señor Feinmann, en ningún lado está escrito que aquellos que tienen blogs deben ser escritores profesionales. De hecho, usted tampoco lo fue cuando comenzó a escribir ni, mucho menos, tuvo desde el inicio de su carrera esa maravillosa prosa que hoy posee. Por otra parte, una mínima porción de bloggers tienen aspiraciones de formar parte de la prensa gráfica.
Según usted, señor Feinmann, quien para algunos cada vez se asemeja más en su forma de pensar a su primo Eduardo, "no es cuestión de decir: ¡ah!, yo no escribo en ningún diario, en ninguna revista, voy a poner mi blog. No flaco, hay que saber escribir también. Sino no le hagas perder el tiempo al que te lee, no lo agredas con tu mala prosa. Ese democratismo me parece, realmente, agraviante con el lector". Yo le pregunto, señor Feinmann, ¿qué sugiere entonces, que el Estado regule lo que se publica y quién publica en un blog? ¿Que haya una especie de "censurismo" (siguiendo con el uso que usted hace de este sufijo para atenuar la carga semántica) para aquellos que publican en blogs y que tienen una prosa pésima?. Usted sabe que los blogs no difieren demasiado de la literatura tal cual la conocemos. Historicamente, muchos pelotudos han publicado y, lamentablemente, lo siguen haciendo. Pero es el lector el que decide quién vale la pena y quién no. El lector elige a quién leer. Los que para usted son pelotudos seguramente para muchos lectores no lo son. Entonces, señor Feinmann, déjenos tranquilos a los que escribimos blogs. No molestamos a nadie y, en el peor de los casos, somos sólo mala literatura. El que no quiera que no nos lea, pero tenemos derecho de estar, de pensar, de escribir. Aunque nuestra prosa sea pésima. Aunque seamos, según usted, unos pelotudos.

jueves, 15 de mayo de 2008

Vitamina K

por Raúl Nicolás Fernández

Miles de personas se dieron cita en la cancha de Almagro para inyectarse un poco del suplemento vitamínico que está tan en boga por estos días. La excusa fue el acto de asunción del ¿ex? presidente como titular del PJ. Si analizamos lo que se dijo, es necesario aceptar que hubo un vaciamiento discursivo lamentable. Pero no sorprendente. Hace tiempo que el matrimonio K nos viene intentando adhiestrar de diferentes formas con un proselitismo político sin fisuras. Y sin contenido.

Las huestes
Durante el día del miércoles se observaron cómo se iban organizando en la provincia las caravanas de micros que irían a dar al estadio de Almagro. Gorro, bandera y vincha. El espectáculo fue imponente. Y estremecedor. Tanta gente fanatizada y, lo que es peor, sin ideales en qué basar ese fanatismo, estremece.

Será que mi ingenuidad no tiene límites pero, yo me pregunto, ¿toda esa gente que se concentró desde la mañana temprano, que fue cargando los colectivos de línea de "provisiones", que preparó canciones tribuneras al compás del bombo, toda esa gente, ¿habrá pedido el día en su trabajo? Para ser más realista, ¿cuántas personas que trabajan diariamente pudieron haber ido al acto del PJ? Y aquellos que estuvieron allí, vivando a Néstor y compañía como si fueran ídolos del rock, ¿de qué viven? ¿a quiénes les venden su tiempo? ¿Quiénes se lo compran y por qué? No más preguntas.

Son tan enérgicos...

Ya es un lugar común, una cosa sabida, que los discursos de los políticos ocultan más de lo que muestran. Pero el miércoles, algunos dieron cátedra acerca de cómo hacerse el enérgico, tirar ademanes al aire, gesticular ampulosamente y no decir nada. Creo que el caso más notorio fue el de Jorge Capitanich, Gobernador del Chaco y vicepresidente del PJ. Qué manera de hacer alarde. Qué forma tan entusiasta de no decir nada. Mientras tanto su provincia languidece de pobreza.

Un guiño al campo

Como era de esperar, la señora Presidenta también se subió al escenario. "Invitada" por su marido, les dirigió un mensaje conciliador al sector agropecuario. En buena hora señora.

Contraindicaciones

La vitamina K es la más consumida por la clase política actual. Tanto se la consumió y se la consume que ya no se sabe si los efectos que provoca son estos, fanatismo, ampulosidad, intransigencia, o si estos son más bien las contraindicaciones. De todos modos, antes de tomarla, por favor consulte a su médico.

jueves, 8 de mayo de 2008

Cenizas si, campo no.

por Raúl Nicolás Fernández


Lo dicho: los habitantes de Buenos Aires somos unos miedosos (por no decir cagones). Apenas asomaron las cenizas por estos lados ya nos pusimos a temblar. Por supuesto que los medios de comunicación también contribuyen con su granito de arena para incentivar la paranoia colectiva. Pero lo cierto es que acá la situación no es tan grave. Queremos pensar que la situación no va a ser tan grave. Porque no va a pasar nada ¿verdad?.

Ah, otra cosita: ¿por qué se habla tan poco del nuevo paro del campo? Nadie dijo por qué no se llegó a un acuerdo con el gobierno. ¿Qué rol tiene el nuevo Ministro de Economía en este conflicto? ¿Por qué no hace declaraciones?

Parece que las cenizas llegaron para instalar en la opinión pública un manto más espeso del que ya había. Tiene razón Andrés Ciro, cantante de Los Piojos:"desde lejos no se ve". De cerca tampoco.

Jueves de ceniza

por Raúl Nicolás Fernández

foto: La Gaceta on line


Finalmente, las cenizas del volcán Chaitén llegaron a Buenos Aires. Impulsada por el viento que sopla en dirección al oeste, la nube de cenizas se ubicó a más de 3000 metros de altura.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, el cielo porteño adquirió por la tarde un tono grisáceo, cuya densidad sería menor a la del humo emanado por la quema de pastizales.

Si bien el tráfico aéreo aun funciona con normalidad en Aeroparque y Ezeiza, ya fue suspendido en Mar del Plata y en Bahía Blanca a causa de la caída de cenizas.

El panorama, en principio, no parece preocupante para los habitantes de la provincia, aunque puede empeorar de continuar el volcán chileno con su actividad.

Mientras tanto, Los andes on line informó que en las ciudades patagónicas más afectadas, como Bariloche, Esquel y el Bolsón, se determinó que el agua no es potable, por lo que la Secretaría de Medio ambiente de Chubut continúa con la entrega de agua envasada y el monitoreo de la calidad del aire.

Algunos expertos aseguraron al mencionado medio que este fenómeno "no va a terminar rápido".

Del otro lado de la cordillera, miles de personas originarias de Chaitén y Futaleufú continúan evacuadas. Ansalatina.com informó que estos se convirtieron en pueblos abandonados: "en Chaitén vivían 7000 personas y hoy sólo permanecen en el lugar, según informes oficiales, tres civiles y nueve militares".
La misma agencia también confirmó el estado de alerta roja en el país trasandino a partir de que la erupción volcánica comenzase a despedir lava y rocas. Otro factor a tener en cuenta es el posible deshielo que se puede producir a causa del incremento de la temperatura, lo que podría ocasionar desbordes de los arroyos y ríos de la zona.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Y nosotros nos quejábamos del humo...

por Raúl Nicolás Fernández


foto: Alfredo Leiva (extraída de La Nación.com)



Ya nadie se acuerda del humo en Buenos Aires teniendo en cuenta la situación que vive la ciudad de Esquel y sus alrededores, cubierta desde hace días por una lluvia incesante de cenizas provocada por la erupción del volcan chileno Chaitén.
Acá todo era humo. En Esquel todo es ceniza. ¿Cuántos de nosotros se hubieran suicidado ante el panorama que les toca vivir hoy a los pobladores patagónicos? Los habitantes bonaerenses somos proclives a la intolerancia y al estado de pánico. Inclusive ante factores climáticos o naturales. El hombre del mal llamado "interior" del país ( siguiendo siempre esta visión "buenosairescéntrica" que tan bien nos hace sentir) es más sabio ante circunstancias de este tipo. Vive el acontecimiento de otra manera, sin tanto dramatismo. Con esto no digo que se quede dormido en los laureles, sino que no entra en estado de paranoia. Busca solucionar el problema, si es que está a su alcance hacerlo, sino espera.
La gente de Esquel no puede hacer nada ante la furia del volcán, sólo esperar a que se calme. Mientras tanto la ceniza lo invade todo, excepto su capacidad de razonar. Una vez más, tendremos que aprender de nuestros compatriotas "del interior". Me refiero a nosotros, los porteños o bonaerenses, que hasta hace unos días nos ahogábamos en un vaso de humo.