sábado, 19 de abril de 2008

Transmitiendo desde la ciudad del humo

por Raúl Nicolás Fernández



Fue complicado llegar a la radio hoy. Una niebla espesa cubría el aire. El sol ya estaba allá alto hacía un buen rato. Sin embargo, a las diez y media de la mañana, todavía, una niebla espesa cubría el aire.
Es rara esta niebla. No conozco Londres, pero nunca tuve tanto la sensación de estar allí como ahora, en pleno otoño, en plena Buenos Aires.
Algunos dicen que la niebla, en realidad, es humo. Y algo de cierto debe haber porque todo huele a humo. La ropa. La casa. La piel. El aire. Todo es humo.
Entonces llega la parte en que uno comienza a ver la realidad a través del humo: la tregua entre el campo y el gobierno es humo. Los índices del INDEC son humo. Los partidos opositores son humo.
Lo grave de esto es que los casos antes mencionados ya eran considerados humaredas importantes antes del humo que nos envuelve, que no nos deja mirarnos las caras con nitidez, los gestos, las intenciones.
¿Qué nos impedía ver antes del humo? ¿Por qué estamos tan alterados con él, acaso no nos acompaña desde hace décadas? ¿O será que ya no tenemos más lugar para guardar todo el que se nos vendió y decidimos sacarlo de una buena vez a la calle?
A veces pienso que los argentinos estamos hechos de humo. Y que nos estamos esfumando de a poquito. Así, sin pena ni gloria, pero intentando llamar la atención de todos, como buenos argentinos que somos.
Fue complicado llegar a la radio hoy. El tránsito, con el humo, es un caos. Accidentes por imprudencias. Ladrones que aprovechan las circunstancias para asaltar a los distraídos. Y por allá uno que es atropellado intentando escapar de un robo. Más acá un auto que se convierte en el jamón del sándwich cuyo pan forman dos camiones. Todo es así. ¿Cuándo se irá este maldito humo para que volvamos a manejar en forma prudente?. Porque no hay dudas, los accidentes suceden por el humo, ¿no?.
En un momento se me ocurrió poner de cortina del programa "Smoke on te wather", de Deep Purple. Menos mal que no se pudo por problemas técnicos. Bah, no se pudo bajar del Ares. ¿Seremos los únicos que usamos el Ares? De todas formas me hubiera arrepentido de usar ese tema, tanta obviedad empalaga.
Después hablamos de todo un poco. Porque eso sí hacemos bien. Hablamos y hablamos. A veces de cosas importantes, con sentido. A veces.
Recién caigo en la cuenta de que el programa de hoy no fue diferente a los otros. Vendimos humo. ¿Qué otra cosa podíamos hacer?.


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