Hasta ahí mi error que, con justa razón, podría calificarse de muchas formas: infantil, grosero, garrafal, más otros adjetivos por el estilo.
Cuando me comuniqué con la linea de atención al cliente y planteé mi caso, me dijeron que no me hiciera problemas. O bien pedía el reintegro del dinero en la agencia del distrito (el trámite se llama "demanda por repetición") o sino esperaba a que en algún momento "saltase" la diferencia a mi favor y se me reconociera en la próxima cuota. Como no me aseguraron cuándo podría ocurrir esto último, opté por dirigirme a la seccional del distrito para reclamar mi dinero. Una vez allí, la empleada de la mesa de entrada comenzó a dar vueltas sobre lo intrincado del trámite, lo mucho que iba a tardar, que al solicitar una demanda por repetición uno se expone a ser investigado y, de existir deudas de alguna propiedad, el dinero excedente se usa para saldarlas, y que lo más conveniente sería esperar a que se les antojara a los subordinados del Sr Montoya reconocerme el doble pago de la misma factura. Por supuesto, tampoco me supo decir cuándo podría suceder esto.
Como era evidente que no existía la más mínima voluntad de devolverme el dinero, y como además yo venía de un día largo de trabajo, con calor, dolor de cabeza, hambre y otras cosas que nos suceden a las peresonas todos los días, opté por retirarme con toda la bronca del mundo no sin antes soltar una queja acerca de lo mal que tratan a los contribuyentes y que en este país es preferible no pagar los impuestos, por las dudas.
Ahora que estoy más tranquilo y puedo pensar la cuestión más objetivamente, me vienen a la cabeza un par de preguntas acerca de cómo el Estado "reconoce" y "premia" a los ciudadanos que pagan mes a mes sus impuestos. Porque si bien es cierto que el error de pagar dos veces lo mismo fue mío, también lo es que tengo el derecho de disponer de mi dinero como me venga en ganas, y que ni Rentas, ni ARBA, ni el señor Montoya pueden administrarlo a su antojo. ¿O es que acaso, cuando el bendito sistema detecte el saldo a mi favor, me van a reintegrar el dinero con intereses como los que cobran ellos a los morosos?. Por otro lado, ¿cómo puede ser que el sistema de pago electrónico (sea Bapro, Pago Fácil, Rapipago o cualquier otro) no sea capaz de identificar las facturas que ya han sido pagadas?. Desinteligencias administrativas hay a montones en cualquier familia. Y las notificaciones de deudas, que muchas veces no son tales porque el impuesto ya se ha pagado, también llegan a montones y a destiempo. ¿O será que el ciudadano no tiene derecho a equivocarse en el control de sus cuentas y el Estado sí?
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