jueves, 20 de marzo de 2008

I.O.M.A. Almirante Brown: el futuro no llegó.

por Raúl Nicolás Fernández
Como ocurre siempre a principios de año, miles de docentes y otros empleados estatales de diferentes sectores deben concurrir a las oficinas del I.O.M.A. (Instituto de obra médico asistencial) para renovar sus carnets de afiliados. El trámite en sí es simple, o al menos debería serlo. O al menos no lo es en la delegación correspondiente al partido de Almirante Brown, ubicado en la calle Bynon 1535, de la localidad de Adrogué.

Es lamentable ver el estado de abandono en el que trabajan los empleados de esta obra social. En la sala, de aproximadamente 12 metros cuadrados, las computadoras brillan por su ausencia. Lo único allí que “huele” a tecnología fresca son los ringtones que ostentan en sus celulares los empleados, que dejan sonar hasta el cansancio para finalmente atender, y conversar hasta el cansancio (de la gente que espera).

Ficheros antiquísimos decoran el ambiente. Buscar los datos de alguien puede ser una tarea que demore minutos interminables. Pero la desidia no termina ahí: la gente va llegando y forma una fila cada vez más larga. Es mediodía y hace mucho calor. Algunos empleados se levantan de sus puestos y se van con total naturalidad. De las ocho sillas que forman parte del mobiliario de los administrativos, sólo dos están ocupadas. Seis personas más deberían estar cumpliendo su horario de trabajo.

Los únicos dos empleados que quedan no dan abasto con tanta gente y lo saben. Entonces buscan legajos, firman y sellan carnets con una parsimonia indignante. Interrumpen a cada rato el trámite del afiliado que están atendiendo para responder a otros que van llegando siempre las mismas preguntas: ¿qué requisitos hacen falta para renovar el carnet?, ¿es necesario el último recibo de sueldo?, ¿si tengo carnet verde que tengo que traer?, ¿y si tengo el azul?. Evidentemente, a nadie se le ocurrió colocar un cartel en la entrada que aclare todas estas cuestiones. O tal vez sí. Pero, ¿a quién le correspondería escribirlo? No vaya a ser que trabajen de más.

Así que ya lo sabe. Si usted quiere hacer un viaje al pasado y conocer cómo funcionaba la burocracia argentina en la década del ´50, no hace falta que manipule ninguna extraña máquina del tiempo, o que se teletransporte como el personaje oriental de la serie Héroes. Sólo acérquese a la delegación que el I.O.M.A. tiene en Almirante Brown. Eso sí, vaya con paciencia.

2 comentarios:

medioenserio dijo...

Muy buena la nota Raúl. Además están muy bien los dos artículos que están al costado derecho de la página. Felicitaciones por tu publicación en el diario de nuestro admirado Jorge Lanata. Abrazo grande. Andrés Ferrari

Anónimo dijo...

IOMA sigue siendo un desastre por que los empleados no quieren trabajar.si es cierto que solo dos personas tienen voluntad y cumplen su rol.El resto un desastre. Hay que denuncialos!